¿Qué resulta más cómodo: usar tarjeta o domiciliación bancaria? Esta es una pregunta muy frecuente cuando hablamos de realizar cobros recurrentes. La respuesta, como todo, es que depende del caso. Veamos las diferencias entre ambos métodos, y cuándo será mejor usar uno u otro.
Dependiendo del tipo de cliente y dependiendo del tipo de producto, el método de pago que más funcione será uno u otro. Por ejemplo, si una empresa ofrece un servicio de Internet enfocado a particulares o a empresas donde es habitual que haya una tarjeta, el cobrar con este método aporta velocidad y fiabilidad, porque sabes en el momento si has cobrado o no. Por otro lado, si ofreces un servicio online como, por ejemplo, Netflix, es muy fácil decir: “Hay una incidencia. Si no lo resuelves te corto el servicio.”
Pero aunque no lo parezca, las tarjetas tienen muchas más incidencias que una cuenta bancaria porque, por ejemplo, caducan, se pierden, etc. Una cuenta bancaria, la mantienes durante mucho más tiempo. Puede ser que cambies de banco, pero la mantienes más, ¡no hablemos ya si tienes una hipoteca!
Entonces, hay otro tipo de cobros recurrentes en los que la cuenta bancaria tiene mucho más sentido. Primero porque el ciclo de cobro puede ser más largo. Por ejemplo, si vas a cobrar cada año, puede ser que des de alta una tarjeta bancaria y a los 15 días esté caducada y ya no sea válida. Al año, tendrás que volver a vender al cliente esa opción.
Otro motivo importante es que no todas las empresas tienen una tarjeta, y menos circulando por ahí. Si tu cliente es un bar, una gestoría, un bufete de abogados… normalmente no hay una tarjeta. La tarjeta es del propietario, del socio, etc., por lo que este tipo de clientes normalmente funcionan mucho mejor con domiciliación bancaria.
Además, con la domiciliación bancaria, el cliente paga a tiempo, siempre. Las fechas de pago se acuerdan previamente y los clientes completan el mandato una única vez autorizando el cobro desde su cuenta bancaria. Esto nos da el control del cobro y no lo deja del lado de nuestros clientes. Pero, por otro lado, estos tampoco tendrán que perder su tiempo con la banca online y no les será necesario recordar cuándo debe realizarse el pago, por lo que, en este sentido, también es más cómodo como método de pago.
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